El Punto de Cambio: Lo Que la Escuela de Medicina No Me Enseñó Sobre la Salud

¿Alguna vez te has sentido fuerte, feliz y saludable... y de repente todo eso desapareció?

Un día tienes energía y bienestar, y al siguiente te sientes estresado, triste y con dolor constante en el estómago. Te preguntas: “¿Por qué me está pasando esto?”

Tal vez lo estás viviendo ahora, o quizás has visto a alguien cercano pasar por lo mismo.

Mi nombre es el Dr. Giomarell (Gio), y sé exactamente cómo se siente—porque yo también lo viví.

El Dr. Gio trabajando!

Mientras estudiaba medicina, lejos de mi hogar y de mi red de apoyo, pasé por una de las etapas más difíciles, tanto física como emocionalmente. El estrés y la ansiedad no solo afectaron mi estado de ánimo—también comenzaron a manifestarse en mi cuerpo. Sentía un dolor fuerte en el estómago todos los días: al despertar, al estudiar, y también por las noches, impidiéndome dormir.

Finalmente, acudí al gastroenterólogo, quien me diagnosticó con gastritis crónica después de varios exámenes. “Crónica” significa que esta inflamación no apareció de un día para otro. Fue el resultado de años de mala alimentación y estrés acumulado.

El médico me recomendó una dieta muy estricta: solo vegetales hervidos y con pocos condimentos. Aunque mejoré un poco, sabía que eso no era sostenible a largo plazo. Y aquí es donde viene lo sorprendente: a pesar de estar en la escuela de medicina, me di cuenta de que no me habían enseñado cómo sanar a través del estilo de vida y la nutrición.

Comencé a investigar y a leer todo lo que podía. Aprendí cómo ciertos alimentos—especialmente los fritos y las carnes rojas—pueden dañar el sistema digestivo e incluso están relacionados con el cáncer. Dejé de consumir carne roja y empecé a incorporar alimentos frescos y de origen vegetal.

Al principio, solo quería que el dolor desapareciera. Pero ocurrió algo mucho más profundo:

Mi energía volvió. Mejoró mi concentración. Mi salud emocional se estabilizó. Comencé a sentirme yo mismo nuevamente—más fuerte, más claro, con más vitalidad.

Con el tiempo, hice la transición hacia una alimentación basada principalmente en plantas, con pocos productos procesados. Y hoy—más de una década después—mi salud está mejor que nunca. Este estilo de vida no solo es sostenible, ¡sino también delicioso gracias a todos los alimentos sanos que he descubierto!

¡Recogiendo algunas compras!

Con la ayuda de Dios, me mantuve enfocado en mejorar mi salud. Un versículo bíblico que me inspiró profundamente es:

“Querido amigo, espero que te encuentres bien y que estés tan saludable físicamente como fuerte eres en espíritu.” — 3 Juan 2

Y ahora quiero animarte a ti:

Tú también puedes sentirte saludable, fuerte y con alegría nuevamente. Todo comienza haciéndote algunas preguntas importantes:

• ¿Hay alimentos que están robando tu vitalidad o tu claridad mental?

• ¿El estrés está afectando tu salud física más de lo que pensabas?

Piénsalo. Tu salud y tu futuro valen la pena.

Y no tienes que hacerlo solo—¡estamos aquí para ayudarte!

¡Dios te bendiga!